15 de enero de 2009

A pesar del frío

Y si me descuido ni lo cuento. Viene y me entretengo. Se aleja y me disperso, hasta que de nuevo consigo prestar atención. Vuelvo a ser yo. Aunque parece que YO NO SOY YO, como dice Juan Ramón Jiménez. "Soy este que va a mi lado sin yo verlo; que, a veces, voy a ver, y que, a veces olvido"

Y ahora todo son visitas a ésta que está a mi lado y siempre me sorprendo. Le interrogo, le pongo a prueba... que ni de las entrevistas se libra una misma.

¡¡Que estoy poética chic@s!! Irreconocible. Será que me contagio de los grandes. Y es que no somos nada sin sentimientos. El individuo es algo más que `celulillas´, somos estructura emotiva, que nos configura a nosotros mismos, tal y como somos.
¿Y ahora que hago yo con las cosas que me rodean? Esos objetos, que me observan desde lo alto de la repisa, tienen un significado más allá de los que son. Representan y hablan por las personas que me los han dado. Comparto con ellos la sorpresa. Desde aqui decirles que no sientan miedo, no pueden desaparecer de mi vida, ya que forman parte de ella.

(Lo reconozco...las clases de antropología filosófica dan para mucho)